No te vayas.
No te embarques.
No te alejes
de tu nido.
No abras puertas
sin destino.
Aprende
a llorar con tu tristeza,
a gozar con tu alegría.
Lejos,
serás presa
de los días resignados,
de los sueños del pasado.
Cuanta pena
que el destierro
tenga el sabor
de lo prohibido.
Si no te vas.
Si no te embarcas.
Si no te alejas.
Nunca habrás entendido,
lo que aquí te digo.